Antes de que llegaran las palomitas.
Antes de que llegaran las palomitas y éstas fueran el principal ingreso de las salas de cine, acudíamos imberbes, con el "carné" olvidado encima del piano, como ironizaba un portero antes dejarnos pasar a ver el "estreno semanal", que casi siempre era para mayores de dieciocho años. Le recuerdo alguna vez recreándose comentando las prendas que se encontraban en las butacas. Las salas de cine eran para muchas parejas lugar de intimidad donde esquivar la "estrecha" moral, el auto u otro lugar bajo techo era imposible para la mayoría.
Los amigos Cela y Alfonso Canales dejaron testimonio literario de esta universal costumbre (como ilustra la foto de Weege) en dos magistrales cartas, de un divertido suceso que acabó en los tribunales: "La insólita y gloriosa hazaña del cipote de Archidona" que incluso se llevó al cine.
No he encontrado el texto en la red, sólo reseñas: "¡Cuán grandes son los países en los que los carajos son procesados por causa de siniestro!”
2 comentarios
Miguel -
Cosechadel66 -
http://www.youtube.com/watch?v=DOD1ewcKChc
Era esa.
Un saludo