No se muera, nunca señor Eastwood.
A veces se da la trágica situación que aquellos sentimos más distantes, e incluso se desprecia como lo hacía Walt Kowalski (protagonista de la pelicula, encarnado por el mismo Clint Eastwood) son quienes tienen más en común con nosotros: el desarraigo interior no tiene límites ni fronteras.
Conmovedora lección moral: la soledad y la muerte son la misma cara de la moneda, no hay monstruo que no pueda ser rescatado.
No se pierdan la crítica "El ogro era romántico": Todo fluye y palpita en esta película magistral, concebida con los medios justos, con enorme talento, con sentido moral. Es normal que la emoción explote con un desenlace tan imprevisible como épico. No se muera nunca, señor Eastwood." Carlos Boyero en EL País y el contexto histórico: "La resurrección de los hmongs"
5 comentarios
blondem -
Miguel -
Fernando -
Y no te preocupes, Miguel. Gente así nunca muere. Siempre le tendremos a mano en una pantalla.
Miguel -
Cosechadel66 -