Blogia
Punto de fuga digital

La profesora de baile.

 

Había  organizado coreografías y bailado en actuaciones de  Oscar de León o Juan Luis Guerra, quiso hacerlo con Celia Cruz, a quien llegó a conocer. Como muchas bailarinas de salsa también se dedicó a dar clases. Sabe llevar a la pareja con maestría,   busca y acopla el paso inexperto,  hace fácil lo complejo, comunica seguridad en cada gesto. Cuando se sienta su conversación es como otra coreografía de movimientos y colores, cuenta, guarda silencio y vuelve en una nueva melodía. Habla de su vida como quien regala parte de de sí misma. Amó, pero siempre supo que en el amor hay que reafirmarse, no perderse en el otro, el amor se sostiene mirándose de frente  uno mismo. Y ese valor le salvó la vida cuando falló la coordinación en un movimiento repetido mil veces. Un golpe brutal al caer de espaldas le rompió varias vertebras, la palidez  del rostro impresionó a todos lo que le rodeaban. El riesgo de parálisis era más que un probabilidad, entonces tuvo que desplegar toda su capacidad de amar en la vida para amarse a sí misma, cuidarse, velar su propio cuerpo. Permaneció semanas inmóvil en la cama con la ayuda de unas guías, inventado formas para poder beber y comer con mínimos movimientos de los brazos. Pasaron meses y no parecía posible volver a mantener el cuerpo erguido. Algunos años después le miraba a los pies tratando de hacerlos desaparecer entre los suyos: "Ya me cogió el paso, ahora deje que el cuerpo se vaya llenando de ritmo".

3 comentarios

Miguel -

Gracias por los comentarios, resulta sorprendente lo que puede hacer la ilusión y al voluntad.

Cosechadel66 -

La vida nos da estos regalos en forma de personas. Su lucha nos hace mejores.

Mariaje -

El peor martirio para un bailarin es quedarse inmovil; entonces, solo queda la imaginación y el recuerdo.

Invito a tu profesora de baile a que lo pruebe con mi bailarin de tangos, son muchas cosas las que les unen.

http://www.youtube.com/watch?v=wiI_z4002Fg

Un abrazo.