¿El bosque o la vida?
Hace tiempo en un reportaje se mencionaba la desaparición del bosque en Haití, la desertización de este país que sufre estos días la mayor catástrofe en lo que vamos de siglo, las perspectivas pueden ser más o menos halagüeñas en función de la capacidad de los poderes públicos en organizar la población y la concurrencia de otras organizaciones civiles que recurren a la conciencia cívica para unir esfuerzos. Contra el dolor y el hambre hay que luchar con estrategia porque tienden a extenderse y multiplicarse. Tener una naturaleza viva y generosa es el mejor punto de partida para la reconstrucción.
La imagen que inserto corresponde a Brasil, publicada en 100 PLACES TO REMEMBER. Más de una vez he oído que el Amazonas es de la humanidad, y la humanidad debe aportar lo necesario para su mantenimiento, y así debe ser. Pero como ocurre con el regato de mi pueblo, si se seca los primeros y más perjudicados somos los del pueblo. Y el Amazonas no es exactamente un regato prescindible, el que acabe siendo un deforestado secarral por la especulación debería ser el primer interés propio de sus lugareños.
En el extremo de este pensamiento sostenible está Costa Rica. Quien no lo conoce no da crédito ver como en un parque natural (que no son pocos) no se puede encender un cigarrillo, el guarda llama la atención a dos turistas por utilizar el repelente de mosquitos y se marca el paso de un hormiguero en el jardín del hotel. Cada insecto, cada pequeña planta es importante. Se ha creado una conciencia generalizada que su mayor riqueza es preservar lo que la naturaleza les ha concedido en usufructo y custodia.
4 comentarios
Fernando -
Guissella -
Felicitaciones.
Lucila -
Saludos.
Cosechadel66 -
Carpe Diem